El pasado día 21 de febrero el grupo de Rodamundos realizamos una nueva ruta de senderísmo y esta vez nos fuimos a las puertas del Parque Nacional de Cabañeros, nos desplazamos a El Robledo, un pueblo pequeñito de la provincia de Ciudad Real, un pueblo que nos sorprendió su paisaje, pero sobre todo su río, el río Bullaque, antes de comenzar la ruta desayunamos en la churrería del pueblo donde tuvimos el placer de poder hablar con la gente de este municipio, gente encantadora la cual nos informó por donde teníamos que iniciar la ruta, para la cual nos pusimos en marcha sobre las diez y cuarto de la mañana.
El recorrido de esta ruta senderísta la comenzamos en el término del Robledo, como ya he apuntado anteriormente, pueblo situado en el entorno del Parque Nacional de Cabañeros, comenzando desde el tramo medio del Río Bullaque por su margen izquierdo, nos adentramos en un sendero que encierra una belleza e impronta singular, en gran parte rodeado de bosque de ribera con alises, fresnos, majuelos, álamos y sauces. Con un ecosistema típico fluvial mediterráneo, conforme avanzábamos en nuestra ruta pudimos observar los remansos del río, conocidos localmente como tablas, donde sobresalen la enea y a su alrededor los juncos churreros y zarzamoras, (en otras épocas del año, como es la primavera, en el río se pueden ver nenúfares),.
Por el camino nos encontramos diversos animales, como pueden ser toros, caballos, algún borrico y sobre todo muchas gallinas. También nos encontramos un perro abandonado que nos hizo compañía gran parte del camino y que al final vino a despedirnos al autobús.
Terminamos nuestra ruta sobre la una del mediodía, y la finalizamos en la pedanía de las Casas del Río, desde allí nos desplazamos a comer a Porzuna, concretamente al Restaurante "Los Montes", comimos fenomenal y nos atendieron maravillosamente bien.
Como terminamos pronto de comer sobre la marcha decidimos irnos a visitar las Tablas de Daimiel, las cuales las pudimos ver que están en todo su esplendor, llenas de agua y sobre todo porque no había mucha gente y pudimos disfrutar del paisaje y la tranquilidad que trasmite este lugar.
La jornada la finalizamos sobre las dieciocho horas y quince minutos, y la valoración fue muy positiva, y por supuesto quedamos emplazados a la próxima ruta, que Dios mediante será en la Sierra de Cazorla, concretamente en el Río Borosa, el próximo 28 de marzo.
Y ahora como siempre paso a ofreceros el reportaje gráfico de este día, el cual realicé yo misma
Un saludo
Jose Simón
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