El pasado sábado día 28 de Noviembre el grupo de Rodamundos tuvimos una nueva salida, esta vez nos desplazamos a la provincia de Toledo, concretamente a las Barrancas de Burujón.
Salimos tempranito de casa puesto que nos esperaba un día con variedad de actividades, llegamos a las Barrancas sobre las nueve y media de la mañana y comenzamos nuestra andadura para conocer un paisaje totalmente desconocido para la gran mayoría del grupo, un paisaje precioso, pues teníamos ante nosotros Las Barrancas del Burujón, las cuales se formaron gracias a la acción del agua y el viento durante 25 millones de años, desde el Mioceno las aguas de lo que hoy es el río Tajo han estado horadando el frágil terreno arcilloso que forman las Barrancas. En 1967 se inauguró el Embalse de Castrejón un elemento que le añade más espectacularidad si cabe al conjunto natural. Con una media de Hm3 de agua, es el hogar de numerosas especies de aves y mamíferos, algunas de ellas catalogadas como especies de especial protección. El recorrido lo hicimos al revés de como está marcado de tal manera que primero lo realizáramos por la parte más llana y conforme íbamos avanzando nos encontráramos en primer lugar el pantano, para después irnos sorprendiendo por la forma que hacen las Barrancas de hecho está declarada como Monumento Natural, disfrutamos de la belleza del paisaje, pudiéndolo contemplar mucho mejor desde sus miradores, el recorrido lo hicimos en unas tres horas y habiendo realizado un recorrido de unos diez kilómetros.
Una vez terminamos esta ruta nos desplazamos hasta el Castillo de Montalvan del cual sabemos que en su historia se le suponen orígenes almorávides y tras su reconquista, Alfonso VI lo donó a los templario, quienes hicieron del castillo y sus dehesas la encomienda templaria más grande del Reino de Castilla. Alzado sobre un lugar cortado a pico por el tajo del río Torcón, solo presenta defensas en su lado sur, el único atacable, en este espacio hicimos otros cuatro o cinco kilómetros andando y terminamos nuestro recorrido visitando la Iglesia de Santa María de Melque, en ningún lugar de la península como en esta iglesia podemos viajar a la alta edad media. Su arquitectura no sólo nos muestra el último ejemplo del mundo romano, sino que tiene elementos de edificios orientales de Siria y Jordánia. Pasear por su planta, capillas, y salas, atravesar sus arcos de herradura, y contemplar los restos de decoración y el sarcófago del fundador constituye un verdadero viaje en el tiempo. Después de poder contemplar tanta belleza y realizando una de las actividades que más nos gustan, el senderísmo, teníamos que comer y nos dirigimos a la Puebla de Montalvan, donde pudimos disfrutar de una comida sensacional en el Restaurante "La Taberna de Rafita", podemos decir que la calidad precio está más que bien, comida abundante y bien hecha, el servicio fenomenal.
Solamente me queda agradecer a Cristina y sobre todo a Juanje el haber contribuido para que esta ruta se pudiera llevar a cabo, la planificación de la ruta, etc., y ahora como siempre os paso las fotos que hemos realizado, Jose Manuel, Vicente y yo misma.
Un saludo
Jose Simón
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